El martirio de San Sebastián. Hermanos Antonio y Piero del Pollaiuolo. Florencia, Italia (último tercio siglo XV)
Es
una obra de carácter religioso, un óleo sobre madera. La composición es
simétrica en relación a un eje vertical. El grupo del fondo forma un patrón en
relación al triángulo. La pareja de Ballesteros agachados del frente son la
misma figura girada 180º, mientras que los dos arqueros del frente y el de
atrás a la derecha son también la misma figura vista de diferentes ángulos. El
cuarto arquero aparentemente está basado en una escultura de la Roma antigua de
Dioscurie. La figura de San Sebastián hace referencia a la figura de Cristo,
pero también está basada en estatuas de la antigua Grecia para conmemorar
hazañas atléticas. El arco triunfal al fondo es otra referencia al mundo
antiguo, y dentro del arco triunfal y debajo del techo abovedado, hay un relieve
de una batalla, cómo lo que había en los sarcófagos antiguos.
La
perspectiva lineal se emplea en las ruinas arquitectónicas para proporcionar
recepción espacial y guiar la vista hacia la figura de San Sebastián. La
perspectiva aérea, de los colores palidecen hacia el horizonte, da un sentido
de distancia y semeja las vistas de las pinturas holandesas, a todo esto se
debe añadir el factor de las imágenes duplicadas que establecen profundidad
dentro de cada grupo, y también entre ellos, como ocurre entre las figuras del
frente y la pareja de jinetes. Los colores pálidos, los reflejos y un modelado
suave logran la piel pálida del Santo, la cual enfatiza su vulnerabilidad y la
separación de los que serían sus ejecutores. La piel de estos está elaborada
con tonos oscuros y modelado fuerte en luces y sombras para indicar su
musculatura firme y fuerte, lo mismo ocurre con sus vestimentas.
Esta
obra de marcado carácter renacentista, por el tipo de composición geométrica,
equilibrada y cuidada perspectiva se enmarca en la línea de las obras
realizadas en el último tercio del siglo XV de Florencia, con numerosas y
marcadas citas a la antigüedad clásica como destacan las referencias
arquitectónicas. El martirio de San Sebastián fue unas de las pinturas más
importantes de los hermanos Antonio y Piero del Pollaiuolo qué fue encargada
por la familia Pucci Para el oratorio de San Sebastián en la Iglesia de la
santísima Annunziata en Florencia, donde había una reliquia del Santo. De estos
dos hermanos pintores, destacaba Antonio, ambos regentaron uno de los talleres
más famosos e importantes de Florencia, produciendo gran variedad de obras:
esculturas de bronce, obras en oro, pinturas de fresco y panel, dibujos y
grabados. Además Antonio del Pollaiuolo, contribuyó de forma decisiva al arte
del Renacimiento con su estudio del desnudo masculino, especialmente su
musculatura, a través de dibujos y grabados que fueron copiados e imitados
posteriormente, una contribución a la que antes hizo la obra de Donatello, y
después siguió la de Leonardo da Vinci.
Esta
obra puede verse como parte del debate sobre los méritos relativos a la pintura
y la escultura tan popular en la época, también demuestra el cambio que ocurrió
en el siglo XV, de valorar los materiales en el arte a preferir las habilidades
y la técnica.
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