J. Louis David, el pintor historicista del clasicismo Francés y los aspectos diferenciales en distintas obras
David pintor del academicismo clasicista al entorno revolucionario de la Asamblea
autoretrato
Tanto el "Juramento de los Horacios" como el "Bruto" son cuadros realizados por un encargo real y destinados, exclusivamente, a ser expuestos en el Salón de Pintura. Sus temas no son tampoco accesorios o circunstanciales, pues el todopoderoso director de Bâtiments de Luis XVI, el conde d'Angivillier
, había desarrollado y promovido un programa de retorno a la antigüedad al que se ceñían la mayor parte de los pintores que querían hacer carrera en la "pintura de historia" o progresar, tanto de cara al público como de cara a su ascenso en la estricta jerarquía de las Academias.
En el "Bruto" hay circunstancias diferentes, pues se presenta al Salón de pintura de 1789, que se abre en agosto, el primero de la Revolución francesa, después del Juramento del Jeu de Paume, es decir, cuando la burguesía o el Tercer Estado ha enseñado ya sus garras, y justo después de los dramáticos sucesos del 14 de julio (la toma de Bastilla). Agosto es también el mes en el que el ejemplo de la Bastilla se extiende por toda Francia, sobre todo en el medio rural, y los campesinos comienzan a asaltar y a quemar muchos castillos pidiendo la abolición de los privilegios feudales. Todo esto se refleja de alguna manera, no demasiado fácil tampoco, en el "Bruto", y de ahí que ese cuadro fuera considerado por los revolucionarios como una especie de anuncio de la Revolución y que la obra de Voltaire en la que se inspira se volviera a poner en escena en un teatro parisino en 1793, en pleno Terror, mientras los actores terminaban la representación adoptando la misma y exacta disposición escénica que aparece en el cuadro de David, con los mismos muebles incluso, pues esos muebles pertenecían a David y éste los prestó para la representación. De todas maneras, a pesar de estas circunstancias, no podemos olvidar que el "Bruto" fue un cuadro realizado por encargo del Rey, como asi aparecía en el catálogo del Salón de 1789.
El "Marat", sin embargo, responde a una situación muy diferente. Tradicionalmente figura como un encargo de la Convención Nacional realizado al día siguiente de la muerte de Marat, el 14 de julio de 1793, cuando debería haberse celebrado el segundo aniversario de la toma de la Bastilla. Pero esto es muy discutible. Un orador, Vergniaud, se limitó a tomar la palabra en la sede de la Convención y reclamar a David su obligación "moral" de realizar un cuadro del mártir revolucionario. Y David se limitó a decir: "Yo lo haré". Pero no hay un encargo real ni directo fuera de esa determinación moral por parte de David. Posteriormente, cuando lo acabó, ofreció el cuadro a la Convención Nacional y se colocó a un lado de la tribuna del Presidente, después de que David lo hubiera utilizado como una bandera de los sans-culottes en una procesión en honor de Marat a iniciativa de una de las secciones de la Comuna de París.
comentarios del profesor Miguel Angel García Hernández (U.N.E.D. Departamento de Historia del Arte)
selección de Imágenes J. Ramón Las Heras.
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